El envejecimiento puede ser evaluado desde diferentes puntos de vista tomando en cuenta la naturaleza e interés del observador.
La edad puede ser determinada por la simple apariencia física, por la fecha de nacimiento del individuo en vista de que su edad cronológica arroja información, así como por la edad genética porque esta contiene una información precisa, según el estudio del ADN de la persona.
El día de nuestro nacimiento es el momento que marca el inicio de nuestras vidas y estará establecido en el calendario hasta el día de nuestra muerte.
Está registrado en los libros de natalidad de la ciudad en donde se nace, en la que se emite una partida de nacimiento y cédula de identidad con todos los datos que certifican legalmente los datos personales.
La edad cronológica es completa y definitivamente irreversible, avanza en el tiempo hasta el día de la defunción, cuando será registrada en los libros de mortalidad general y será parte de la data para establecer la expectativa de vida del país en donde se fallece.
Conocer a alguien por primera vez o reencontrar a alguien tras un largo tiempo sin verle, como sucede en los reencuentros del colegio o la universidad, son los ejemplos más claros para explicar la edad aparente.
En este tipo de casos, a los primeros cinco minutos se forma la primera impresión, que se refuerza o se cambia con el tiempo, obteniéndose información subjetiva que evidencia el individuo a simple vista desde lejos y de cerca.
Lo primero que se observa, a la distancia, es la vestimenta y el color del cabello, la contextura corporal, el estilo y el color de la ropa y la presencia de canas. La pose, las expresiones corporales y la voz son factores que influyen en la percepción inicial.
Las células tienen un reloj biológico, caracterizado por su estructura y funcionamiento. Al principio de la fecundación, el espermatozoide y el óvulo forman la primera célula madre, mejor conocido como el óvulo fecundado, el cual comienza un proceso de multiplicación exponencial en dos, cuatro, ocho, dieciséis células sucesivamente, hasta formar la mórula (agrupación de células madre que tienen el mismo potencial de diferenciarse en cualquier tejido); su ADN está indiferenciado e intacto, en especial, el segmento final llamado telómero, este tiene la capacidad de transformarse en cualquier órgano en el momento biológico preciso y con la máxima expectativa de vida como célula.
Una vez que las células comienzan a dividirse y diferenciarse en las capas embrionarias endodermo, mesodermo y ectodermo, se forman los órganos, aparatos y sistemas respectivos que dan como producto un ser humano. La división celular es aprovechada para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento del órgano y la diferenciación para la especialización y súper especialización, por ejemplo, en la formación del ojo, retina, conos y bastones. Cada división trae como consecuencia la replicación del ADN, pero, también el acortamiento del telómero, creando el fenómeno de envejecimiento celular por la disminución paulatina del número de réplicas celulares, mejor conocido como reloj biológico, concepto revisado también en el Capítulo II, que indica cómo al terminar con el límite de unas 100 replicaciones, concepto establecido por Hayflick y colaboradores (Shay & Wright 2000) se produce una disminución del número de células del tejido con atrofia y disfunción de la misma.
Este fenómeno puede ser medido en parámetros cualitativos, cuantitativos, biofísicos, bioquímicos, ortomoleculares y genéticos, a través de cuestionarios, pruebas clínicas y paraclínicas. Por ejemplo, el test que se muestra a continuación sirve para determinar su edad biológica cualitativa y el estado de vitalidad en el cual usted se encuentra hoy en día. Al responder el cuestionario, tome en cuenta la puntuación cuando responda solo afirmativamente, no cuando ignore o niegue.
Los parámetros se introducen en el programa del Kit de Edad Biológica Doctor Antivejez y si se encuentra fuera de rango, se calcula la desviación estándar y se obtiene las edades bioquímicas correspondientes, obteniendo la edad bioquímica del paciente.
Los parámetros tomados en cuenta para esta determinación son:
Perfil Lipidico
Se basa en la determinación de los niveles de colesterol total, HDL, LDL y triglicérios, así como las proporciones entre ellos.
Hemoglobina Glicosilada
Porcentaje de hemoglobina caramelizada, producto del contacto del azúcar con las proteínas plasmáticas.
Proteína C Reactiva
Sustancia promotora de la inflamación aguda que se produce durante un traumatismo, infección o lesión de un tejido.
Homocisteína
Producto intermedio del metabolismo de los aminoácidos, metionina y cisteinina.
DHEA-S
Hormona antiestrés liberada por la glándula suprarrenal para amortiguar la hormona del estrés, cortisol.
Hormonas Tiroideas
Son las encargadas de iniciar y mantener el metabolismo basal, sobre todo en las primeras horas de la mañana.
Somatomedina C (IGF-1)
Hormona de la “juventud” producida en el hígado por estimulación de la hormona de crecimiento HGH.
Hormonas Sexuales
El estrógeno, la progesterona mantienen las características sexuales secundarias, como el vello corporal y la tonicidad de los senos y los genitales; la hidratación y lubricacion de la piel; las feromonas; además que mantienen algunas de las funciones y estructuras de todos los sistemas y aparatos.
Glicemia, Insulina Basal & Postprandial:
Miden la capacidad del organismo de metabolizar el azúcar a nivel hepático, adiposo y muscular.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás (Génesis 3:19).
Este versículo hace una connotación al hecho de que nuestro organismo forma la materia orgánica de la inorgánica, gracias a que los alimentos se biotransforman para poder ser digeribles para el ser humano.
De hecho, estamos formados por los mismos elementos de la tabla periódica, especialmente de aquellos que se encuentran en la mitad superior de la misma, debido a que son de menor peso atómico y nos confieren ligereza y juventud.
En la medida en que vamos envejeciendo biológicamente, los minerales livianos, de la parte superior de la tabla periódica, se van sustituyendo con metales pesados, ubicados en la parte inferior de la misma, los cuales son de alto peso atómico y alteran tanto la estructura como la función de las biomoléculas, creando patologías metabólicas a largo plazo, en muchos casos irreversibles.
Con el fin de determinar la composición atómica de una persona, se realizan exámenes especializados para determinar en la sangre o en los tejidos la cantidad y la proporción del contenido de los elementos en el cuerpo. Uno de los más conocidos es el Análisis de Minerales de Cabello, gracias a la Espectrometría por Absorción Atómica, que identifica uno por uno estos elementos.
Los factores que determinan la longevidad en una persona son los predisponentes genéticos que influyen hasta en un 30%, el restante (70%) son condicionantes y desencadenantes epigenéticos, motivo por el cual se tiene una gran ventaja profiláctica al conocer este tipo de información, lo cual no quiere decir que se sufrirá de alguna enfermedad en particular, sino que se puedan establecer protocolos terapéuticos individualizados, monitoreados por el médico antienvejecimiento, a través de la evolución clínica y los estudios complementarios realizados periódicamente.
El estudio consiste en tomar una muestra de saliva o sangre, que va a ser procesada en un instituto especializado que estudia cada gen seleccionado, con sus alelos correspondientes. Cada gen contiene el alelo heredado de la madre y el otro del padre, los cuales pueden ser ambos normales, de bajo riesgo, normal y mutado, de riesgo medio o los dos mutados de alto riesgo.
Todo ser vivo no escapa de esta realidad universal: las leyes de la física se aplican a la biología, por lo que todo ser vivo se engendra, nace, crece, puede reproducirse y muere. Sin embargo, existen factores determinantes que influyen directamente en cualquier parte del proceso de vida de las personas, bien sea mejorando o desmejorando la calidad de vida, en el tiempo y el espacio.
Recuerdo la película El extraño caso de Benjamin Button. Su protagonista, interpretado por el actor Brat Pitt, nace con una enfermedad llamada progeria, también conocida como el síndrome de Hutchinson-Gilford, el cual es un trastorno genético progresivo, extremadamente raro, que acelera el envejecimiento de los niños y que comienza en los primeros dos años de vida.
La película se inspira en este padecimiento, pero lo ficciona de tal manera que se hace ver muy anciano al personaje cuando nace, pero, en la medida que crece y se desarrolla, rejuvenece para alcanzar una edad en la que tiene su máximo potencial de vida, y luego regresa a un estado de involución hasta la etapa infantil, para finalmente morir. No es un hecho real, pero expresa el mismo patrón de entropía • entalpía • entropía que tiene la progeria.
En esta enfermedad, la velocidad de envejecimiento de quienes la padecen está alrededor de siete años biológicos por cada año de vida, lo cual se traduce en que, a los diez años de edad cronológica, la edad biológica sería de unos setenta años biológicos, con todos los signos y síntomas del envejecimiento (Harten et al. 2011).
Todo ser vivo tiene un conjunto de mecanismos de regulación, denominado homeostasis, los cuales van en contra de la entropía y procuran regenerar constantemente nuestros tejidos.
Dependiendo del estilo de vida que hayamos aprendido, adquirido o experimentado, habrá efectos directamente proporcionales a nuestra calidad de vida.
Según Rudolf Stainer (Quiroga 2013), el ser humano desarrolla sus capacidades humanas cada siete años (septenios) de acuerdo con la siguiente clasificación:
1er septenio: Infancia
2do septenio: Pubertad
3er septenio: Adolescencia
4to septenio: Maduración
5to septenio: Manutención
6to septenio: Productividad
7mo septenio: Concertación
8vo septenio: Estabilidad
9no septenio: Espiritualidad
10mo septenio: Trascendencia
Si se toma en cuenta que las principales causas de muerte son las enfermedades crónicas degenerativas y que estas, en parte, son consecuencia del envejecimiento que, tarde o temprano, afecta la estructura y función de la célula, órgano y el aparato o sistema orgánico en cuestión, la Medicina Antienvejecimiento debe actuar para prevenir o revertir proactivamente el proceso degenerativo.
La Enciclopedia Británica define el envejecimiento como “el cambio gradual e intrínseco en un organismo que conduce a un riesgo creciente de vulnerabilidad, pérdida de vigor, enfermedad y muerte. Este proceso tiene lugar en una célula, en un órgano o en la totalidad del organismo durante el periodo vital completo como adulto de cualquier ser vivo”.
El envejecimiento como fenómeno biológico está atado a leyes universales (las cuales se mencionaron en el Capítulo I «Libro: Vive al Estilo Antivejez», cuando se hizo referencia a la termodinámica y la entropía) y contemplado desde varios puntos de vista donde hasta la fecha hay más de 200 teorías que lo explican, entre las cuales se pueden destacar:
1.La Teoría Evolucionista.
2.La Teoría de los Telómeros.
3.La Teoría del Ciclo Reproductivo Celular.
4.La Teoría del Daño Genético.
5.La Teoría de la Pérdida Genética.
6.La Teoría Endocrina.
7.La Teoría Autoinmune.
8.La Teoría m-TOR.
9.La Teoría de la Acumulación de Toxinas.
10.La Teoría del Usar y Desechar.
11.La Teoría de la Reparación ADN Errónea.
12.La Teoría del Eslabón.
13.La Teoría de los Radicales Libres.
14.La Teoría de la Restricción Calórica.
Estas teorías han sido agrupadas en cinco grandes categorías que abarcan todos los conceptos actualmente propuestos. Son las siguientes:
1.La Teoría del Daño Genético.
2.La Teoría de la Oxidación Celular.
3.La Teoría de la Intoxicación.
4.La Teoría del Desbalance Hormonal.
5.La Teoría del Desbalance Nutricional.
Todas ellas buscan la manera de explicar biológicamente lo que ocurre circunstancial, temporal o simultáneamente en nuestro organismo y pueden ser evaluadas física, bioquímica, ortomolecular o genéticamente.
Senescencia
Es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos, lo cual supone una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como de la capacidad de respuesta a los agentes que pueden causar lesiones que inciden en el individuo. El envejecimiento de los organismos, y particularmente el nuestro como especie humana, ha sido motivo de preocupación desde hace años para organizaciones internacionales como la OMS, la cual plantea que si bien el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito en materia de salud pública y desarrollo socioeconómico, constituye un reto mejorar al máximo la condición de salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación y seguridad social.
Envejecimiento
Es un concepto creado en 1992 por la Academia Americana de Medicina Antienvejecimiento (American Academy of Anti-Aging Medicine, en inglés), específicamente por un grupo de médicos y profesionales de la salud, enfocados en prevenir, evitar o disminuir los efectos del envejecimiento en adultos contemporáneos.
Gerontología
Del griego Geron «hombre viejo» y logos «estudio», «tratado» es definida por el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) como la ciencia que trata de la vejez y los fenómenos que la caracterizan. Estudia los diversos aspectos que le competen, el significado del envejecimiento de una población y factores asociados con lo psicológico, lo social, lo económico y hasta lo cultural. Por otra parte, comprende las necesidades físicas, mentales y sociales, y cómo son abordadas por las instituciones gubernamentales y no gubernamentales vinculadas con la atención del envejecimiento de una población. La geriatría, por su parte, es definida por el DRAE como el estudio de la vejez y terapia de sus enfermedades.